RECUENTO DE LA DÉCADA

Empecé la década llorando por alguien que hoy en día ni me acuerdo.
Como olvidar el 2010, cuando mi primer novio me terminó y sentía que mi mundo se venía abajo, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, o hace unos pocos meses, pero no, ahorita que hago el recuento, vaya que el tiempo pasa muy rápido.

En ese 2010 llegó Oddy, mi viejito que aún sigue con nosotros, aunque me hace mucho enojar y es incansable. Con todo y su edad.

¿Cómo es que el tiempo pasa tan rápido y no nos damos cuenta?
Tenía solo 15 años cuando sentía mucha tristeza y no entendía por qué me estaba pasando. Posteriormente perdí a quien fuera mi mejor amiga por muchos años, mi confidente y mi refugio, me dolió aún más que lo primero. Obviamente seguí adelante.

Empecé a salir con alguien que nunca pensé que iba a salir, me divertí muchísimo con las personas que conocí en ese año, veía tan lejos el día que tuviera 18, y ahora que tengo 25, lo siento tan cerca.
Cumplí 18 y empecé a viajar con mi mejor amiga, a conciertos y festivales, hoy en día no comprendemos cómo es que teníamos dinero para todo jajaj.

Llegó mi Ramón, mi negro, mi bolita corajuda, a quien mi papá me dijo que le buscara casa porque no podíamos tener otro perro y ya va a cumplir 8 años en la casa jajaj.

Trabajé en una tienda de ropa, que me sirvió mucho aunque nunca lo pensé. Conocí mucha gente gracias a ese trabajo y disfrute muchísimo ese año, aunque el ciclo se cerró por un intento de abuso.
A los pocos meses encontré trabajo de nuevo, así como también un novio nuevo jajaj, con quien duré 3 años, woooow, 3 años que fueron muy divertidos, donde hubo mucho alcohol y muchos permisos pero nunca nada feo, fue una relación que me hizo mucha ayuda y me hizo sentir muy bien mientras duró. Y mi trabajo, mi trabajo que tanto me enorgullecía tener, me sentía tan bien, sabía hacer todo lo que me pedían y no sentía que pudiera equivocarme, además era recompensada monetariamente relativamente bien, estaba muy feliz, y al año y medio decidí comprarme mi primer carro, mi bicho cachetón, quien me ha acompañado en muchísimos viajes, a muchísimos lugares, y del que pronto me despediré para convertirlo en un auto más familiar.

A los casi 3 años de trabajar, entré a la escuela, me animé por entrar a dos escuelas porque mi ex novio en cuestión me dijo que no iba a poder, y sí pude.

Inicié y terminé dos carreras al mismo tiempo mientras trabajaba, me costeé mis carreras y conseguí diplomas, calificaciones muy buenas, otras malas, pero me sentía muy orgullosa de mí.
Terminé mi relación y empecé a salir con quien conocí en la escuela, un muchacho que estudiaba para chef, que desde que lo vi una vez en la puerta de mi salón me gustó, y hoy en día es el papá de mi bolitochita 🌚.

Murió mi abuelita Carmen, un ser lleno de luz que se llevó con ella una parte de mí, a quien aún le lloro aunque en sueños me regañe para que deje de llorar. Se me llenan los ojos de lagrimas solo de recordar mi infancia contigo, y lo poco que te vi en tus últimos dos años por todo lo que estaba queriendo construir. Lo construí, pero no estuviste para verme culminarlo, hoy estás aquí arriba de mí y de todos, te siento siempre, hasta cuando me siento perdida, y sé que estuviste conmigo en mi parto, en mis graduaciones, en todo momento siempre estás y estarás, siempre, siempre, en todos lados pero sobre todo en mi corazón.

Conocí a muchas personas que hoy en día forman parte de mi vida, terminé mis escuelas y como por arte de magia, como si tuviera que cerrar el ciclo que todo eso implicaba, mi trabajo terminó.
Se me vino una tristeza enorme porque meses antes había decidido embarazarme, entonces era una embarazada que se había quedado sin trabajo, me sentía muy mal pero me concentré en mi embarazo y en lo que yo podía manejar.

Sentí contracciones, horribles contracciones, y no dejé que nada me quitara la sensación de vivirlas, no quise que nada quitara lo natural de mi parto y por fin, después de 3 horas, nació mi boli, mi hermosa, que llegó a darle sentido a todo de nuevo con su simple sonrisa y esos ojos, que siempre me hacen sonreír. Esos ojos que son mi más grande motivación. Mi niña lista y bonita, selectiva, que siempre al despertar me arrima mis lentes jajaj.

Estoy en el camino donde aprendo a ser mamá, estoy viviendo la etapa más bonita y difícil hasta hoy, la más cansada e incomprendida, pero la más gratificante de todas. Me ha encantado cada etapa de la maternidad, incluso con sus demonios.

Mis amigas siguieron ahí, aunque hace unos meses tuvimos que despedirnos de una de las mejores.

Han pasado tantas cosas en esta década que este texto sería imposible de terminar, hoy me siento triste pero por nostalgia, tengo un trabajo, que si bien tiene varias cosas que no me gustan, estoy bien, puedo con ello, tengo una hija a quien le doy su chichi tal y como me lo propuse, a quien cuido todos y cada uno de los días y a quien ayudo a que aprenda y consiga todo lo que se proponga, porque así me enseñé yo, aunque no había nadie para enseñarme porque mis papás trabajaban mucho.

Sin duda una década sumamente triste pero también sumamente feliz.
Cometí muchos errores pero no me arrepiento de ninguno porque todos me llevaron hasta donde estoy hoy.

¿Cómo fue su año?
¿Cómo fue su década?

Yo no tengo nada que decir, simplemente agradecer, sé que se vienen cosas muy buenas y grandes para mi, y para todos.
Cierro el año con mocos porque tengo gripa, pero con una bebé sumamente sana, una familia unida, y con la gente que quiero, feliz.

Gracias.


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